El 10 de octubre se celebra el día mundial de la Salud Mental. Este día sirve para visibilizar a la vez que erradicar el estigma de las condiciones mentales, algunas de las cuales cualquiera podemos sufrir a lo largo de nuestra vida. Este día también nos recuerda la importancia de que el concepto de salud no se refiere sólo a la salud física, sino que la salud psicológica necesita estar presente en una vida saludable.
Este año, el foco del día mundial de la Salud Mental se ha puesto en la prevención del suicidio. Según Dévora Kestel, directora del departamento de salud mental y adicciones de la Organización Mundial de la Salud, es importante que este, que acaba con la vida de una persona cada 40 segundos, deje de ser un tema tabú y se trate de forma rigurosa y no sensacionalista en los medios de comunicación. También señala la importancia que tiene enseñar, sobre todo a los jóvenes, herramientas de afrontamiento para situaciones en ciertas ocasiones, pueden parecer irresolubles.
Hilando la celebración de este día con el tema del proceso migratorio, es importante recordar que aunque la migración per se no genera ningún trastorno mental, sí se puede considerar un factor de riesgo para la salud psicológica si en el marco de los conflictos culturales que puede llevar asociado la migración, se da además marginación social, problemas familiares o dificultades económicas. El riesgo de que una persona migrante desarrolle ciertas patologías mentales está relacionado más bien con una vulnerabilidad o predisposición individual, como recuerda el catedrático de la Universidad del País Vasco Miguel Gutiérrez Fraile. Las personas migrantes, por lo tanto, al correr más riesgo de exclusión social y de haber sufrido situaciones traumáticas en el pasado (sobre todo si se trata de personas migrantes de países en guerra o en situaciones de extrema pobreza), tienen también más probabilidades de desarrollar algún tipo de malestar psicológico. Otras personas, aunque no hayan pasado por situaciones extremas a la hora de migrar, encuentran muy difícil la adaptación a otra cultura, otras tradiciones y otro idioma. El hecho de reconocer estos sentimientos en nosotros mismos, ser capaces de darnos cuenta de que hay algo que queremos cambiar, y adquirir las herramientas que necesitamos para afrontar esas situaciones difíciles es la base del trabajo de la psicología. Es importante, en un día como hoy, concienciar a la sociedad, y a las personas migrantes en concreto, que no tienen por qué sufrir en silencio ni pensar que están solas. No hay nada de malo en pedir ayuda a un o a una profesional cuando se necesita. Es importante eliminar el estigma que el malestar tiene hoy en día, como si fuéramos máquinas que sólo pudieran sentirse felices todo el tiempo. La vida no es así, de vez en cuando sufrimos y este hecho forma parte también del proceso de cambio en el que nos encontramos. Cuando este sufrimiento obstaculiza nuestro funcionamiento habitual (familia, trabajo, vida social, etc) durante varios meses, es importante saber que se puede acudir a profesionales de la salud mental.
Nereida Ordovás
Nereida es Psicóloga en su consulta privada, donde atiende a personas que viven en Holanda, en español y en inglés, tanto por Skype como de forma presencial. También realiza talleres de Mindfulness. Si quieres saber más información puedes contactarla en su página www.hispaterapia.com