Reírse es vida, y hacer reír es dar vida; es hacer que los demás saquen lo que llevan dentro, hacer que se olviden de todo lo que les pasa, y de lo que no; es crear otro mundo en un momento. Si alguien te hace reír, te va a gustar, sea de donde sea, hable el idioma que hable, sea del mundo que quiera. Es la manera más fácil de entenderse porque, cuando dos personas se quieren entender, lo van a acabar haciendo. Y que mejor que a carcajadas…
Tomado de »Viajes a Kerguelen» de Iago de la Campa
me encanta el chocolate, es mi pasión si pudiera asistir no lo pensaría dos veces, gracias por compartir
Me gustaMe gusta